Recién nacidos y niños
Las deficiencias de micronutrientes están estrechamente relacionadas con enfermedades infecciosas que pueden causar morbilidad y mortalidad sustanciales en lactantes y niños (Keusch, 2001). En todo el mundo, estudios de suplementación de micronutrientes han analizado los efectos de las vitaminas D, A y E y minerales como hierro, selenio y zinc (Keusch, 2001). La suplementación con zinc reduce la morbilidad y mortalidad por enfermedades infecciosas entre lactantes y niños de los países en desarrollo (Chandra, 2001). En los bebés de bajo peso al nacer, el zinc suplementario puede restaurar en parte la inmunidad mediada por las células (Chandra, 2002). El zinc también puede reducir el riesgo y la duración de la neumonía en los niños, ayudar a controlar la diarrea infantil, conducir a menos episodios de malaria y reducir la duración de la diarrea (Maggini et al., 2017).
Adolescentes y Adultos
La suplementación con vitamina C reduce la duración y la gravedad de los síntomas comunes del resfriado en adultos (Hemilä y Chalker, 2013). En aquellos bajo estrés físico (por ejemplo, en el trabajo, durante los deportes y bajo temperaturas extremas) (Hemilä, 2017), o en los casos en que los niveles de vitamina C están ligeramente por debajo de los niveles recomendados, la suplementación con vitamina C reduce la incidencia de resfriado común. Por ejemplo, en los varones jóvenes con deficiencia marginal de vitamina C, se demostró que la suplementación reduce la incidencia de resfriado común y la duración de los síntomas del resfriado en comparación con placebo, acompañados de mejores niveles de actividad (Johnston, Barkyoumb y Schumacher, 2014). Cuando se utiliza en combinación con zinc, la suplementación con vitamina C puede aliviar síntomas como la rinorrea en el resfriado común (Maggini et al., 2017) (Carr y Maggini, 2017)
Ancianos
La suplementación con una formulación compleja de micronutrientes en personas mayores aumentó el número de varios tipos de células inmunes, incluyendo linfocitos totales, e indujo un cambio de las células T de memoria a las células T nuevas (Schmoranzer et al., 2009). La suplementación múltiple de micronutrientes en personas mayores también puede reducir el uso de antibióticos y conducir a respuestas inmunes más altas, posteriores a la vacunación (Chandra, 2002). La suplementación con dosis bajas a moderadas de zinc en personas mayores sanas puede ayudar a reducir la incidencia de infecciones como el resfriado común, el herpes labial y la gripe (Prasad, 2007), así como la incidencia y morbilidad de la neumonía. Hay algunos informes de que un suministro adecuado de zinc podría prevenir enfermedades degenerativas relacionadas con la edad, como la infección y el cáncer (Meydani et al., 2007). La vitamina C también es importante en las personas mayores, que están en riesgo de deficiencia de vitamina C, especialmente en las mujeres (Elmadfa et al., 2009).
Por otra parte, también se ha descrito que los probióticos pueden modular la respuesta immune (Grandy et al., 2010). La evidencia acumulada ha demostrado que la administración de probióticos se asocia a una disminución de la severidad y duración de las diarreas en los pacientes afectados (Thomas et al., 2010).
De manera que los datos clínicos disponibles sugieren que la suplementación con micronutrientes puede reducir el riesgo y la gravedad de la infección y apoyar una recuperación más rápida. Por lo cual se entiende que la prevalencia mundial de un estado inadecuado de micronutrientes constituye una base sólida para el uso de un suplemento específico de micronutrientes múltiples como es Ziler 100 que aporta el 100% de los requerimientos diarios de estos micronutrientes para restaurarlos en todos los grupos de edades que requieren suplementación para el mantenimiento de su estado de salud y bienestar.
Referencias
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